viernes, 10 de junio de 2016

[BEBEDORES DE TRISTEZAS]



Crece un cerezo
movido por el sol
el agua y la tierra
y son sus frutos
de un tremendo color
de un enorme sabor
pero eso
es nada

Y así un barco
recorre la estepa del mar
flota y es un placer
verlo flotar
rumbo a algún destino
quizás
pero eso
         es nada

¡Qué se yo
tantas cosas!

Una tela que todos creen
que es de araña
y yo digo que es de viento
que atrapa el sueño
de las arañas
y su tormento
pero eso
         es nada

Un arrebol particular
un tarde cualquiera
incendiando el horizonte
de mágicos matices
tantos que uno comienza
a sospechar que en verdad
los colores son el sudor
de las cosas que se han mojado
y chorrean y chorrean
pero eso
         es nada

¡Y así
con casi todo!

Una palabra no dicha
un recuerdo olvidado
una ceniza apagada
o una llama encendida
una caricia
o un puñetazo sobre la cara
un adiós intempestivo
un adiós largamente anhelado
un estertor
y su colapso
¡qué se yo!
pero todo eso
         es nada

La primera luz
de la mañana
ese rayo antiguo
que ya no existe
sino en nuestra esperanza
y que nos anuncia
todos los días
que ya no existe
y que ahora sí
ya es hora
de empezar
¡cuánta ironía!
pero eso
         es nada

“Cumplo en decirte
que fulano de tal
a tal hora falleció
de tal manera”
“Solo quiero que sepas
que ya no hay amor
que lo poco que quedaba
se fue por la mañana
con la mermelada
de la cama”
“Efectivamente
queda ud debidamente
notificado
está ud despedido”
dolor ansia extravío
pero eso
         es nada

¡qué se yo!
y uno escribe
escribe y escribe
y al cabo de cada poema
la desazón te invade
el agua se fuga
el aire se evade
y la poesía es nada
como todas las cosas
el agua se fuga
el aire se evade

en ésta dura tarde
de ausencias y tristezas
respírame amor
y bebamos de mi letra

nada más
         nada más

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LIBROS PARA RECOMENDAR

NUEVO LIBRO

- Que difícil se hace recomendar un libro que todavía se esta digiriendo. Sin embargo tengo la certeza de que es una obra para recomendar. Se trata de Crónica del pájaro que da cuerda al mundo de Haruki Murakami. ¿Por qué es recomendable una novela de un poco mas de 900 páginas?. Porque se trata de universo intenso que penetra y marca (como una mancha en el rostro) al ávido lector que se ve envuelto en un clima tan irreal como real, tan ficticio como probable. Cada uno de los personajes de la obra, desde una personalidad maciza y contundente nos increpa sobre nuestra propia realidad. Mucho de sus pasajes me hicieron recordar el "clima kafkiano" de lo absurdo, de lo inexplicable. Sin embargo la obra de Murakami es todavía más inescrutable. Es un laberinto de sentidos dispares, y callejones que al poco de andar no te llevan a ninguna parte. Pero te dejan aturdido. Como si el fin del camino consisitó en darte un narizaso contra una pared transparente que te cortó, repentinamente el paso. Vale la pena. Y ni siquiera interesa la historia. Entre otras cosas, nunca he leído un argumento tan sofisticado y tan contundente respecto del "deseo femenino" como en la carta que Kumiko le escribe a su esposo, Tooru Okada, donde intenta explicar el motivo de su infidelidad. Solo después de leer esas líneas uno cree comprender un poco más acerca de lo que significa "ser una mujer". Sin embargo, no es una novela emocional, no hay reproches, ni culpas, ni broncas, ni alegrías desmedidas. Todo trasciende como si se tratara de un gigantesco engranaje al que alguien, cada tanto, da cuerdas para que no termine... hasta el final.

Marcelo Gonzalez


- Una madre habla durante mas de doscientas páginas a su hijo muerto. ¿Se puede hacer una novela con ese único material?. Sí, claro que sí. "Mrs Caldwell habla con su hijo" de Camilo José Cela, es una narración impresionante. Una verdadera aventura acerca de la psicología del dolor, la angustia, el abandono y la pérdida definitiva. Y un andar, capítulo tras capítulo hacia la locura y la muerte. Seguramente no es un texto destinado a perdurar en la memoria de los hombres, ni a convertirse en el más buscado o leído de los libros. Pero cada una de las cartas que Mrs Caldwell escribió a Eliacim, su hijo muerto, es un verdadero experimento literario, donde la poesía, la prosa exquisita y la psicología profunda se anudan constituyendo una realidad (la única verdad) de una mujer desesperada que busca en el texto el sentido de lo inexplicable. A mi amigos teatreros les sugiero para un excelente monólogo. A mis amigos literatos, imperdible. Ediciones Destino, Barcelona 2003.-

Marcelo González


- Pocos querran discutir, pudiendo o no coincidir conmigo, que fue Edgar Allan Poe el más prominente escritor que dio las tierras lejanas del norte imperial. Y lo digo sin ser un experto en literatura norteamericana ni mucho menos. Sin embargo, hoy quiero referirme a un ensayo, que tuve oportunidad de leer recientemente y que me parece debe ser recomendado en este espacio, sobre todo para aquellos escritores con ganas de escribir mejor, de poseer un método y escapar así a la ilusión de la "creación espontánea", que no es otra cosa que la negación del arte como una actividad laboral. El arte, y la escritura, es un trabajo. La faena del artista es del mismo nivel que la del albañil, el carpintero, un chofer de colectivos o el bibliotecario...
La obra se denomina Filosofía de la composición, y lo que se persigue en ella es la sistematización de un método para escribir. El libro es muy interesante porque la propuesta básicamente es que el plan del relato debe tener, como principio, su fin. A partir de este principio la obra artística pasa a ser un plan deliberado y lógico, que es concebido desde su desenlace y desde los efectos (respuesta emocional) que el autor pretende lograr en el lector. Aquí el fin justifica plenamente los medios. Poe prosigue luego con el desarrollo de diferentes conceptos que sirven como herramientas importantes a tener en cuenta por aquellos que quieren emprender la aventura de una obra (utilización del tiempo y la duración del relato, el tono, el efecto y un elemento "clave" o eje de la narración). Se los recomiendo, es un aporte valioso.

Marcelo González