Los extraños amigos de Matías
Matías tiene unos amigos muy extraños, y yo no hago nada para impedírselo. Uno de ellos, púber todos, hurgueteando en su cuerpo encontró a la altura del parietal derecho, entre la oreja y los huesos del frontal, la vena del estornudo. Dicen todos sus amigos, porque yo en verdad no lo he visto, que cada vez que se toca o masajea esa vena emite un estrepitoso estornudo que emociona y sorprende a los curiosos, quienes a su vez, permanentemente le están pidiendo una prueba de su autenticidad.
Cuando me contó al principio, confieso, no le creí del todo, sin embargo recordando algunas lecturas mías, a esta altura, estoy más persuadido. Recuerdo que ese día, entre sorna y cierta soberbia inmerecida, solo atiné a comentar:
- aconséjale que no se siga tocando venas porque es peligroso, un día de estos encuentra la del pensamiento.
MG, Resistencia, verano del 2011
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