Busco una explicación racional para cosas que no lo son. Por ejemplo mirar tus ojos solitarios contra la luna es inconmensurablemente irracional, luna contra luna, soledad más soledad, distancia inapelable. Imposible explicar tanta incongruencia. Sin embargo, caigo en cuenta, que en verdad no importa la explicación que haga de tus ojos contra la luna, eso es menos que nada. Lo que realmente importa es que esos ojos que solo a ti te pertenecerán necesariamente, se extasiaron una noche contra una luna noctámbula que te invadió la retina. Y otra cosa también importa, que justo ahí, en ese instante, había alguien que te miraba mirar. Algún Yo que te recuerda inexorablemente.
MG Resistencia, verano del 2011
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