sábado, 4 de enero de 2014

INFUSIÓN MITOLÓGICA DE LOS MALOS AIRES

(Lo que sigue es una adaptación métrica de un poema escrito por mí en el año 1998 en la ciudad de BsAs, lo he hecho como un ejercicio. Se trata en éste caso de un poema en siete estrofas, con cinco versos octosílabos, con rima en segundo y quinto verso. Lo dejo a vuestra consideración. El original, que es una versión libre, está presentado en éste mismo blog más abajo)


Aborrezco Buenos Aires.
Su meca ruin, variopinta 
su mueca cual impostada,
importada de Baviera,
qué importa, sólo extinta.

Aborrezco Buenos Aires. 
Imposición de lo puesto,
arquitectura impostora
y soberbia arquitectura
de apátrida vil, vetusto.

Aborrezco Buenos Aires.
Con lujuria descollante,
saltimbanqui rutilante,
es ir haciendo sapitos
contra el cemento caliente.

Aborrezco Buenos Aires.
Alicaída soledad 
de querencias insolubles,
despoblada y desolada,
mezcla sórdida sin nada. 

Aborrezco Buenos Aires.
¿Cuándo fue me la engrupieron? 
Si la juzgo tan eterna,
a la vez que el agua o el aire 
¡Tiempo hace, que la fingieron! 

Aborrezco Buenos Aires.
Que de su espalda fornida
mana su esbirro barriga,
soez batracio vertido, 
de cien pies enflaquecida. 

Aborrezco Buenos Aires.
Si tan sólo fuera cierto 
que en la soledad lo pienso
como si ahora existiera, 
y es ahí cuando despierto.  

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