La noche expande sus matices entre las cosas más
oscuras
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El día grita estridente en puntas de lanzas
amarillas y cálidas
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La brisa se ha levantado desde temprano y no hace
frío pero se siente frío
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El calor del sol se expande prepotente por cada
intersticio del cálido día
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Hay hombres que sueñan con ser verano
y corren entre
glaciares espléndidos
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Hay hombres que en la vigilia aseguran sentirse
dormidos y sueñan con hervores
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No hay estrellas ya en la hora sólo pesadas nubes
que rondan la pesadez del sueño
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Ya no hay nubes ni nada y todo es claro y nítido y
transparente y sofocante e insípido
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Las horas se estrellan y generan confusiones y de
entre lo oscuro emergen sátiros asombrosos
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El día sofoca hacia el mediodía pero no es el día
sino más bien la necesidad del hombre que jadea
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La noche es en nuestro iris
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El día es en nuestros párpados
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Justo antes de dormir/ bostezo
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Justo antes de gritar/ respiro
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¡Hete aquí el sentido del abismo!
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¡Hete aquí la evidencia del abismo!
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