martes, 24 de noviembre de 2015

[ENCUENTRO CON CÉSAR VALLEJOS]

He visto el rostro momificado
del gran poeta césar vallejos
y juro que clarito lo he visto
insondable, pretérito, adusto.
Viejo cuerpo de césar vallejos
que lo he visto tan momificado.

Créanme que no fue una visión
motivada por el cruel anhelo,
ni nostalgia apacible al espectro.
No, fue un cara a cara entre dos muertos.

Fue cuando esa vez deambulaba
tras la lira de césar vallejos
que encontré su resto demacrado
y reseco de recuerdo viejos;
y es que estaba tan desconocido
que cuesta pensarlo una vez vivo.

Juro que no atiné a decir nada
y fue él quien habló de ésta manera:
"Quién hace tánta bulla, y ni deja
testar las islas que van quedando..."
“… ¿No subimos acaso para abajo?
 Canta, lluvia, en la costa aún sin mar!”

Buscaba la lira de vallejos,
y encontré su despojo reseco,
sin carne, malhumorado y viejo,
y fue un cara a cara entre dos muertos.

(En Homenaje a Trilce, geografía donde habita un poeta. MG, 2015)


No hay comentarios:

Publicar un comentario