jueves, 18 de febrero de 2016

[HAY UNA GOTA DE MIEDO COLGADA EN EL VACÍO]

¡Qué manera de temblar la de esa gota en el árbol!
¿Será por su tenaz memoria que al final no cede?
¿O será por el reclamo de ese desierto urgente
que seguro espera para ver lo que al fin sucede?

Por lo que sea. Tiembla y es como si no se anima 
tirarse de una buena vez desde la hoja al vacío 
cayendo en línea recta a estamparse en el brío 
de la tierra que la aguarda con tanta sed y estima.

Crece la gota en la hoja y moja tal cual el rocío
y se columpia incesante muy colmada de espanto
no se anima y no quiere pero al final no se anima
a sucumbir por el aire y despeñar como un llanto.

¡Qué manera de temblar la de esa gota en el árbol!
¿O son mis ojos que tiemblan ante mi propio espanto
y que también cuelga de la hoja que tiembla de ese árbol?
Lo que sea. Hay ahí una gota que tiembla en ese arbusto.


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