martes, 29 de marzo de 2016

[NOCHES DE HUMOS TOSES DE DÍA]



Hay noches en que sueño
que fumo largamente[1]
y el humo se convierte
en un elemento nuevo
repleto de imágenes vaporosas
que flotan de manera insustentable

durante esas horas oscuras
donde la soledad parece
tomar forma clara de mujer[2] oscura
siento que vuelo en el humo
del incienso encendido
por la nostalgia y el desamparo

vuelo he dicho que no es lo mismo que volar
vuelo es de una vez la forma imaginaria
donde el cuerpo se suspende
y la gravedad abandona los pensamientos
que caen como manzanas sin tentaciones
volar es otra cosa/ es mover las alas y perderse

es que hay noches en que también me pierdo
lleno de preguntas que atesoran y asfixian
la memoria de los hombres y de las cosas
y una voz grave resuena/evocación de lo perdido
un charco es mi memoria[3] un charco lóbrego
y tenebroso que sueña dentro de mi
como si toda mi evocación resultara una ciénaga de lodo

hay noches en que sueño
que fumo largamente
y no sé si es el humo
o la gravedad que se ausenta
pero solo logro salir de esas noches
tosiendo largamente

hay días que amanezco tosiendo espléndidamente
son día intensos y tan ilusionados
que el aire de la vida me transforma en blanco espejo[4]
y me llena de satisfacción y de alegría
saber que el humo ha sido solamente un sueño
que rápido se rompe y se olvida de mi lóbrego reflejo


[1] Lo cual es muy extraño ya que nunca he fumado y mucho menos largamente.
[2] Lo cual también es muy extraño porque siempre es la misma mujer.
[3] Cita del poema: “Pasado en claro” de Octavio Paz.
[4] Es probable que esto se trate de una analogía con la luna llena que permanece en el día luego de largas noches sin lunas.



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