Que te devuelva la muerte,
que prontito te devuelva
comandante, guerrillero,
que no te lleve, que no.
Que nos hemos de quedar
huérfanos de dignidad
y tan vacíos de trueno,
que no te lleve, que no.
Que ya la vida se arrastra
en mucho fango inaudito
y tanta mendicidad,
que te devuelva la muerte.
Que la isla quedó tan sola
y más insular que nunca,
más isla que otra ninguna,
que ya te traiga devuelta.
Por una sola única vez,
o por segunda, no importa,
que prontito te devuelva
que no te lleve, que no.
Por sola ésta única vez
que tu carne milenaria
vuelva a escribir en versos
la rebelión de la niñez.
Que la muerte no es tan parca
ni tan muerte cuando mueres
comandante, guerrillero,
aquí te espero, aquí te espero.
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