martes, 2 de septiembre de 2014

[SOBRE LA OBSTINACIÓN Y EL QUEBRANTO]



Narciso

Quasimodo



El espejo
devuelve
a la luna
su imagen
de llena
luna

En el agua clara se quebró la imagen del espejo que no vuelve



Se dirige  hacia el amor como quien rumbea a su destino de mariposas y caracolas doradas bajo el resplandor del mismo cielo

Va hacia el menoscabo arqueado por
el destino
del amor
pagano que lo abandonó sin piedad
en esa  mísera esquina



Su mirada es un túnel circular y oblicuo/
circunferencia de lo idéntico

Su mirar es desde un túnel arrinconado en la verja del abismo



Narciso jamás  muere/ se replica a sí mismo
en un espejo
infinito

Quasimodo jamás vive/ 
se encoge en sí mismo en su bóveda oblicua



¡Es mi quebranto su obstinación!

¡Es mi obstinación su quebranto!



Y al final hay quien pregunta ¿será acaso Dios el corolario de lo bello?

Y al final hay quien pregunta ¿será acaso el Hombre el corolario de lo impío?

No hay comentarios:

Publicar un comentario