Sentado en mi basta soledad
de triste estanque quieto
ocurrió cierto día
que he visto pasar bajo
el sol del mediodía
un polvo sutil que era
como si tierra leve
untada de agonía...
Mis ojos no podían creerlo!
Entre la mata de viento y tierra
que se levantó ese día
vi claramente el sentido
del verso y la poesía
inverosímil, es cierto
pero nítido y vivaz
como la imagen del fondo
empinado del desierto...
Mis ojos no debían creerlo!
Recóndita imagen del lenguaje
que ágil se posó en mi reina
vagamente obnubilada
por el profundo paisaje
insólito, insospechado
como muerte repentina,
feroz forma inusitada
por subir a tal carruaje...
Mis ojos no querían creerlo!
Cerré muy trémulo la página
y todo tembló en el día
círculos inexorables
igual que huecos vacíos
intentaron llenar la lozanía
Créanlo o no caballeros
ayer he visto pasar
un poema tirado por caballos...
Mis ojos no dejan de creerlo!
Al
poema “Marimba”, de Jorge Boccanera
Extracto del nuevo libro LA LLAMA EN EL FUEGO (inédito)
Marcelo González © 2015
"Caballo de troya" Caligrama de Guillaume Apollinaire
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