Cae el
agua
y
se desploma
se
hunde húmeda
profunda acuosa
escurridiza
indaga
pero ¿qué
buscas cuando
te
sumerges
agua qué buscas?
La veo
asir
por los
rincones remotos
del
espacio oblicuo
que
guarda cuanto secreto
se precipita
- el
agua tiene memoria
y se
hunde
por los
rincones remotos -
va hacia
lo bajo
infierno
líquido de magma
y
desconsuelo
que
habita en las tinieblas
busca
ahí su redención
y
penetra en los rincones
más
profundos
líquido
insomne
que arremete
con paciencia
de
milenios
ahí te
buscas
en el
declive
del
arco que te salve
y en efluvios
te eleve
¡yo te vi
yo sé de tu memoria!
Sólo
por eso
te
contorsionan y te doblas
como un
sufrir insoportable
precisamente
porque
no puedes olvidar
y
evocas tus corrientes
más
pretéritas
las más
antiguas de todas
cuando
aún eras dura
como la
roca
y fría
como el vacío
cuando
de tu vigor
y
reciedumbre dura
pervivía
tu integridad
y deseo
más vívido
ni los
peces
soñaban
todavía
con
perderse en tus entrañas
agua tu
evocas la forma de tu hielo
por eso
lloras y sangras
en
cascadas imposibles
por eso
increpas a las piedras
y las
oradas con paciencia
de
minerales sosegados
envidias
su dureza
su
tesón y desempeño
ante el
tiempo
que lo
quiebra
ahí fue
tu condena:
la flacidez y el fluir
hacia lo hondo
Pero sé
que eres además
una
curva irresistible
de
regresos
tu
órbita regresa por los cielos
como un
camino de luna
peregrina
¿cuál
ha de ser tu eclipse
agua de
manantiales?
si por
cada reinicio
dejas
en el trayecto
tu
corazón dulce a los hombres
dejas
en el trayecto
la
memoria insospechada de los peces
dejas
en el trayecto
tu
sentir de savia por los árboles
algo de
ti siempre se queda
algo de
ti no vuelve
por más
alto que te conviertas
has de
regresar
y por
cada regreso
una
parte de ti se olvida
es que
al cabo
tu
riegas con tu olvido
la
evocación de tus recuerdos
y así gota a gota
bebes de tu sed
y te
secas espoleada de arena
absorbida
de sal
para
que ni lo peces
ni los
árboles
ni los
hombres
se
mueran del todo
y que
la vida siga creyendo
que
todavía puede
mojarse
sus pies
y
bañarse blandamente
en tu
cauce
porque:
¿qué sería de la luna
sin tu
reflejo?
o más aún:
¿qué del amor
sin un
vaso de agua
que lo exima?
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