Muero
del amor secreto que no se ha muerto
y
es la canción del silencio la más ruidosa
porque
hay en Guiomar una serena rosa
adormecida
del poeta y su lamento
Nadie
sabe el genuino mote del escriba
ni
mucho menos el de su querida musa
Nadie
conjetura siquiera aquel tormento
o
el sentir de la frágil letra tan difusa
Que
más indaguen los leídos muy profanos
sobre
las causas del amor y su secreto
Que
para el final nos describan de antemano
el
decepcionado final de ese soneto
Ya
no descansa la ilusión que lo comprende
frente
al ansioso y débil grito enardecido
del
poeta viejo que tanto nos reprende
sin
razón de la tinta roja que haya sido
Vuelan
los versos sin razón ni entendimiento
y
ceden las miradas todas reveladas
que
no cae jamás el velo al fundamento
por
más que se gaste la propia madrugada
¿Ha
sido en verdad Guiomar y su quebranto?
¿O
no ha existido nada más que el cimiento
de
la letra mal despojada del poeta
que
vislumbró en alguna noche en su aposento?
“Se
ha abierto un abanico de milagros”
de
repente muy inspirado nos comenta
“en
la mano creadora del olvido…”
y
es cuando se cierra la suya de un suspiro
Brota
del buen amor la sabia de esos versos
como
brota del buen amor la propia sabia
y
al fin y al cabo nadie logra ni se salva
de
sucumbir a lo apócrifo en cada versos
(Poemario inédito: "Machado" -2014-)
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