Si cabo un pozo al costado de
tus ojos
¿he de encontrar el secreto
de tus lágrimas?
O por si acaso, si miro en lo
profundo
de tu blanda boca ¿estará ahí, latiendo?
Si ante lo diáfano de éste
nuevo día
¿no serás, acaso, crepúsculo
lívido?
¡El espacio me enfrenta a
tantos ejemplos
que tan solo atino a flotar
por el día!
Si hasta el gesto adusto de
tu frágil cuerpo,
oblicuo al paisaje, acrecienta tus ángulos
Lleno de huellas están tus
sueños errantes
y tiemblan constantes de
rabia y saliva
Es que quién ha osado
escribir en tu piel,
o sobre tus claras mejillas
ardientes
Si hasta la propia noche que
arde de olvidos
añora el susurro de tu
ausencia de hiel
y la hora dramática que huye
buscando
el eco quieto de tus nuevos
gemidos
halla al final, tus labios
amanecidos
y quebrantados por placeres
vividos
Y en fugaces corceles huyen
las horas
en fin, rumbo incierto a mi
abismo querido
¡El espacio me enfrenta a
tantos ejemplos
que tan solo atino a flotar
por el día!
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