Canta el
trino esperanzado del pájaro en la mañana
lo hace tan
luego por detrás de mi agónica ventana
y es
entonces cuando en verdad amanece el claro día
y todo
resuena a algún designio y su epifanía
Y entonces
todavía en la modorra de mi aposento
trato de
imaginar un instante al tiempo sin su tiempo
cuando los
signos no guardaban aún significado
y el mundo
era tan solamente un espacio inacabado
Qué sentidos
tan inocentes aquellos ojos míos!
Cuánto abrigo
inusitado para aquellos largos fríos!
Dónde será
que al fin ha ido esa mirada que miraba
la dicha del
universo por detrás de la alborada?
Sollozos de
recuerdos que transitan inacabados
por esos
tristes párpados húmedos inesperados
que al bajar
en llamaradas incendian el propio aspecto
del
silencioso dios y del tedioso hombre en su trayecto
Si hasta ni
yo mismo sé quien soy y se me ha olvidado
el origen de
ese trino animoso que me ha llevado
a recordar
que alguna vez hubo un muerto que miraba
por una
agónica ventana su vida que llamaba
Resitencia, Argentina 2012.-
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