Una flecha cruza por el aire,
que cruza en el aire, y es como una huella
de pies pequeños que prolonga su tiempo,
y a su manera escribe en el viento.
Es una huella que se extravió en el aire,
en el ocaso de algún otro día
¿Quién ha disparado con tanta osadía
tantas flechas al corazón del destino?
Sobre el paisaje queda la senda marcada
que flota en el día como un recorrido
que solo busca el destino que anhela
entre los ojos del amor que se ha ido.
Sin alas, sin ballesta, ni sustento
yace en el aire un cupido errante de espanto
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