Arrugo un albo papel
sobre mis manos callosas
y se arruga mi piel
contra la bruma de todas las
cosas
y es tan cruel
ver como se marchitan las
rosas
o como se olvida el sabor de
la miel
o el vuelo incesante de las
mariposas
el cabalgar ardiente de
semejante corcel
a rumbo incierto pero con muy
minuciosas
maneras para evitar que la
hiel
resulte de todas las riñas, de
la más pavorosas
y arremete otra vez el tropel
que hace temblar a la tierra
y son tan dolorosas
las formas que hacen creer
que el papel
es una tumba blanca donde yacen por fin todas las cosas
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