cogió la pala
con determinación
y brío
– la tarde era brava
y el destino
tardío –
y resopló el hombre
cual si un toro
sombrío
embistió recio y parco
como inflado de desazón
y de hastío
el golpe es pleno
y el filo puntual
y sequío
agoniza la tierra
de dolor y tan llena
de frío
mientras fluye la sangre
de la mujer en la tierra
y es el rocío
el que licua el paisaje
de los ojos del hombre
como si un
extravío
– se fugan los pájaros
y el silencio cómplice
es un griterío! –
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