jueves, 26 de enero de 2017

[PASIÓN POR EL FUEGO]

Si de elegir se trata, y me dan a elegir,
prefiero mil veces tu mano a la mañana
tu seno palpitante a la helada montaña
y tu pelvis ardiente a la densa semana.

Tu hora de baño a mi fatigado escribir
tu gemir de espasmo al trino de la ventana
o mi vencimiento sin fe a tu fe que gana
cuando es tan distante mi esperanza lejana.

Elijo callado y sin ningún discutir
tu clara alborada, alma serena y temprana,
al verbo indefinido de mi lengua llana
y prefiero tu lengua a mi fe tan lozana.

Y claramente elijo quedar a partir
tan lleno de besos y presencia gitana
elijo tus ojos negros, recta que hilvana,
mi mejor confusión con la cruda mañana.

Es que al cabo amor, tan solo elijo vivir
de la pasión y el fuego a distancia cercana
para que el ardor sea flama cotidiana
y no se apague ni extinga de entre las sábanas.

¡Si a elegir se trata y me dieran a elegir!

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