Una imagen de sombra se propagaba
sobre la pared de mi cuarto
entre medusas y arácnidos fornidos
el espanto era un juego que cabía
en
muchas formas
lúdico manto que acompañaba
mi soledad de niño solo
¿quién dibuja la forma de la sombra?
¿es acaso la luz? ¿o la mirada de un niño
que en su soledad imagina lo que nombra?
Entre
manchas de humedad
- la pared también es una alegoría del tiempo -
y desajustes del plano y la geometría
mis ojos de niño hallaban la singularidad
de lo oscuro y lo bruñido del tacto
¡ahí también estaba el frío! (cuando
el frío estaba)
y por esas horas interminables
de entelequia y poesía he escrito
tantos deseos de quimeras inauditas
que el mundo fue mucho más mundo
en aquellas horas oscuras que en la
oscura luz de éste hoy infinito
Una imagen de sombra se propagaba
y ello ya era razón suficiente
para gozar con la osadía de la mirada
proyectada
sobre la pared
¡y en cuánto silencio! Una mudez
desnuda y absoluta hay en el aliento
de un niño que imagina la vida
proyectada sobre una pared con manchas
de humedad en la memoria temprana de un pez
que nada que nada que nada
¡y qué tanto había en esa nada!
Hay una pared - quimera del tiempo
que aún espera por un
niño mirar…
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