Hay días silenciosos,
vacíos de versos,
calmos días
sin ventisca
ni osadía.
Sentado,
bajo la sombra de un árbol
observo mi propia sombra,
tan leve, tan insustancial,
ave oscura sin cuerpo
que se proyecta
por detrás de la luz
como una rúbrica
¿qué sería de mi
sin su presencia?
Acaso solamente
una forma vacía
sin luz, sin luz.
Es que hay días silenciosos,
vacíos de versos,
calmos días
sin sombras
ni osadía…
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