sábado, 7 de enero de 2012

¿Para quién escribe un escritor?

He terminado de leer un libro, debo confesar, que me atrapó desde las primeras páginas: La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón (Editorial Planeta 2003). El relato nos zambulle en un mundo de libros y de intriga que apasiona y nos va envolviendo en permanentes bifurcaciones que se despliegan como un mapa de laberintos intrincados, y juega con niveles narrativos que sorprende y estimula permanentemente a la adicción del lector. Me hundí en el libro con la certeza de haber encontrado una obra innovadora y bien escrita. Sin embargo debo confesar también una profunda desilusión. Es que ya para el final de la novela, cuando la intriga se ha develado y el rompecabezas se ha armado laboriosamente, arremete un final inesperado, como de Corin Tellado, o al mejor (¿?) estilo Hollywood, al cabo solo faltan los estampidos y los estruendos de los juegos de artificio.  A la sazón una profunda decepción. Pudiendo el autor haber contribuido con un verdadero hallazgo literario (visión por lo menos de quien escribe este modesto comentario), es decir un relato que se inicia a partir de la construcción de un personaje, que luego vira en narrador.  Pues bien, éste narrador se queda en la puerta del hallazgo, por ejemplo con tan solo introducir abiertamente al autor, otrora personaje (Julián Carax) para que cierre el relato, trastocando toda la cabeza del lector, una suerte de “banda de Möbius” donde la realidad se vuelve en un punto indescifrable, ficción y viceversa. No. El hombre, repentinamente, prefiere el camino del best seller, la promesa de la felicidad eterna, del amor y de la ausencia, resolución de todos los conflictos y, seguramente la mejor paga. ¡Qué picardía! Y uno quiere suponer que el autor de tan intrincado relato no terminó cediendo a las sugerencias editoriales de los que monitorean las diferentes reacciones de los lectores frente a una historia cualquiera. Sería más lamentable todavía. Sin embargo creo que esto nos lleva a una pregunta fundamental de la literatura: ¿para quién escribe un escritor? Creo que no hay respuesta precisa a ésta pregunta. Por otro lado, sí tengo la certeza de que, dependiendo de cómo una responda a ésta pregunta se va a convertir en un escritor de milenios o tan solo, en uno de miles de ejemplares.
MG, 07/01/2012

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LIBROS PARA RECOMENDAR

NUEVO LIBRO

- Que difícil se hace recomendar un libro que todavía se esta digiriendo. Sin embargo tengo la certeza de que es una obra para recomendar. Se trata de Crónica del pájaro que da cuerda al mundo de Haruki Murakami. ¿Por qué es recomendable una novela de un poco mas de 900 páginas?. Porque se trata de universo intenso que penetra y marca (como una mancha en el rostro) al ávido lector que se ve envuelto en un clima tan irreal como real, tan ficticio como probable. Cada uno de los personajes de la obra, desde una personalidad maciza y contundente nos increpa sobre nuestra propia realidad. Mucho de sus pasajes me hicieron recordar el "clima kafkiano" de lo absurdo, de lo inexplicable. Sin embargo la obra de Murakami es todavía más inescrutable. Es un laberinto de sentidos dispares, y callejones que al poco de andar no te llevan a ninguna parte. Pero te dejan aturdido. Como si el fin del camino consisitó en darte un narizaso contra una pared transparente que te cortó, repentinamente el paso. Vale la pena. Y ni siquiera interesa la historia. Entre otras cosas, nunca he leído un argumento tan sofisticado y tan contundente respecto del "deseo femenino" como en la carta que Kumiko le escribe a su esposo, Tooru Okada, donde intenta explicar el motivo de su infidelidad. Solo después de leer esas líneas uno cree comprender un poco más acerca de lo que significa "ser una mujer". Sin embargo, no es una novela emocional, no hay reproches, ni culpas, ni broncas, ni alegrías desmedidas. Todo trasciende como si se tratara de un gigantesco engranaje al que alguien, cada tanto, da cuerdas para que no termine... hasta el final.

Marcelo Gonzalez


- Una madre habla durante mas de doscientas páginas a su hijo muerto. ¿Se puede hacer una novela con ese único material?. Sí, claro que sí. "Mrs Caldwell habla con su hijo" de Camilo José Cela, es una narración impresionante. Una verdadera aventura acerca de la psicología del dolor, la angustia, el abandono y la pérdida definitiva. Y un andar, capítulo tras capítulo hacia la locura y la muerte. Seguramente no es un texto destinado a perdurar en la memoria de los hombres, ni a convertirse en el más buscado o leído de los libros. Pero cada una de las cartas que Mrs Caldwell escribió a Eliacim, su hijo muerto, es un verdadero experimento literario, donde la poesía, la prosa exquisita y la psicología profunda se anudan constituyendo una realidad (la única verdad) de una mujer desesperada que busca en el texto el sentido de lo inexplicable. A mi amigos teatreros les sugiero para un excelente monólogo. A mis amigos literatos, imperdible. Ediciones Destino, Barcelona 2003.-

Marcelo González


- Pocos querran discutir, pudiendo o no coincidir conmigo, que fue Edgar Allan Poe el más prominente escritor que dio las tierras lejanas del norte imperial. Y lo digo sin ser un experto en literatura norteamericana ni mucho menos. Sin embargo, hoy quiero referirme a un ensayo, que tuve oportunidad de leer recientemente y que me parece debe ser recomendado en este espacio, sobre todo para aquellos escritores con ganas de escribir mejor, de poseer un método y escapar así a la ilusión de la "creación espontánea", que no es otra cosa que la negación del arte como una actividad laboral. El arte, y la escritura, es un trabajo. La faena del artista es del mismo nivel que la del albañil, el carpintero, un chofer de colectivos o el bibliotecario...
La obra se denomina Filosofía de la composición, y lo que se persigue en ella es la sistematización de un método para escribir. El libro es muy interesante porque la propuesta básicamente es que el plan del relato debe tener, como principio, su fin. A partir de este principio la obra artística pasa a ser un plan deliberado y lógico, que es concebido desde su desenlace y desde los efectos (respuesta emocional) que el autor pretende lograr en el lector. Aquí el fin justifica plenamente los medios. Poe prosigue luego con el desarrollo de diferentes conceptos que sirven como herramientas importantes a tener en cuenta por aquellos que quieren emprender la aventura de una obra (utilización del tiempo y la duración del relato, el tono, el efecto y un elemento "clave" o eje de la narración). Se los recomiendo, es un aporte valioso.

Marcelo González