Escribo un verso sencillo
como una línea recta,
así, de izquierda a derecha,
con palabras que conozco
y me completo la boca
con ellas para sentirlas.
De un modo muy especial
entre mi boca y mi oído
hay un sonido sencillo
que cierra como un anillo,
como un círculo se cierra.
Y así ensayo cada idea,
y entre mi oído y mi boca,
con el segmento más alto
de mi cabeza, hay un
triángulo
admirable que se cierra.
Si luego porque sí, sumo
el son que hay por corazón,
que late y sí, ya es un rombo,
que ahora se cierra y late.
Con cada nueva figura
que así se van disponiendo,
con cada nuevo elemento
que en ansia sumo: el olfato
el gusto y la piel que llevo,
se completa hacia el final
un heptágono imperfecto
tan real y duradero
lleno de letras que laten
y suenan en un cajón
de cuero y hueso que llevo
que es lo único verdadero
y el ortoedro es la forma
del poema más primero
del poema que sugiero
y definitivamente
del poema cuando muero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario