Sé que mi mirada está llena de agua y de sal
que se sigue de a ríos que descienden impetuosos
de oscuros y profundos acertijos/
que brota de oscuros y profundos manantiales
sé que mi mirada está repleta de agua y de sal
que salpica en gotas que prisma la luz
en infinitos colores azules
y moja todo cuanto observa
chorrea como un día húmedo en una pared vacía
y son sus pulcras manchas pulcros oasis
de líquido inusitado que calma nuestra ventura
y nos cobija de tanto sol calcinante
brota como un océano eterno y húmedo
lleno de peces hambrientos
es hambre de luz
es hambre de albor/ lo sé
por eso no sé ni logro entender
por qué frente a tu presencia
de repente mi mirada resulta tan seca/
tan adusta que resulta
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