¿Quién usa la armadura sin su lanza
y arremete con brío y terquedad
las aspas del molino en soledad?
- Oh amor, ese eres tú, con tu danza.
¿Quién delira de ultraje y dignidad
y mata del amor toda esperanza
al matar del amor cuanta confianza?
- Oh amor, su dolor, cuánta piedad.
Ven, acércate, toma de mi mano
y escribamos aquí mejor historia
que el aire viene viciado de olvido
y es tan lejos todavía el verano
(sin tu calor es de hielo mi memoria).
No te hieles, oh amor,
si me has querido.
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