A
veces sueño una áurea siesta
con
un fresco monte húmedo y verde
donde
también hay un suave río
y
la tierra es rojiza y sombría
bajo
el sol atroz del mediodía
A
veces por la hora de la siesta
sueño
que hay un hombre descartado
que
lejos escribe sus recuerdos
inventados
todos de un paisaje
irreal
y solo de follaje
Y
siempre cada vez que despierto
es
como que cuesta decidir
si
en verdad soy la siesta ambarina
o
si soy el que sueña en la siesta
escribir
una imagen supuesta
Y
solamente luego de algunas
horas
soy capaz de resolver
que
quien soy es al fin eso mismo
que
recuerdo como si en un sueño
y
la letra que uso como un leño
Enciende
sueño ésta vil quimera
que
yo he de vivir en ambos mundos
yendo
y volviendo en éste ágil péndulo
de
ser yo quien extrañe al que fui
y
el que escribe sin ser nada de mi
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